
Decidí "retirarme" a recibir las enseñanzas budistas del Lama Gueshe Nwang Sherap Dorje, conocido cariñosamente como Gueshela. Siempre con una sonrisa tremenda en el rostro, siempre con el comentario genial, que te hace mirar adentro, muy dentro en las oscuridades de la mente. Fue un retiro para aprender a meditar, principalmente, usando la atención en la respiración. Una especie de Vipassana de tres días, intensos tres días para sentir el interior, ver como está el "diasco duro". Para el mundo budista, el antídoto a nuestros problemas se resume en la meditación. Traer la mente a un estado de paz, es decir, estabilizarla. Poder estar centrados en la quietud de la mente por largo tiempo. Sin embargo, no es lo normal. Cuando lo logramos, nos gusta , pero no sabemos como volver a encontrar ese estado. Generalmente, tenemos una mente muy dispersa, difícil de controlar.La meditación no corresponde a una acción de caracter religiosa, es simplemente una técnica de concentración. Algo así como cuando una madre le dice a su hijo "concéntrate en tus estudios", pues la meditación nos ayuda a concentrarnos en algo, sin embargo, ese algo nos produce un efecto maravillosamente liberador.POSTURAComienzas, si puedes, en una especie de semi loto o postura del adepto, o simplemente sentados en una silla con tu columna vertical y relajada. Intentas concentrar la mente en un objeto, algo que no te distraiga y que esté siempre ahí contigo, y qué más cercano a nosotros como la respiración. Aparentemente esto no tendría mayores complicaciones, pero hagan el intento. Enderecen su espalda, cierren lo ojos (para no distraer la mente), los que tienen experiencia pueden hacerlo con los ojos abiertos. Durante dos minutos, intenten enfocar su atención en la respiración, inhalen profundo por la nariz y luego, sin apuro, suelten suavemente la exhalación. Seguramente, van a ser muy pocos los que puedan retener los pensamientos que surgirán a la tercera inhalación, y si están muy estresados, hasta se les olvidará que están meditando concentrándose en la respiración. En fin, resulta que para la mayoría de las personas, no es fácil poder deshacerse de los pensamientos constantes de nuestra mente por sólo unos instantes. Según el budismo, la mente produce tal control sobre nuestra vida, que es la causante de muchos de nuestros sufrimientos. No entro en detalles para explicar la naturaleza de la mente, porque para mí sigue siendo un gran misterio, y aunque me considero una meditante casi a diario, aún tengo problemas para poder controlar ese bombardeo interno. La ansiedad, por ejemplo, es una gran negatividad de la mente que incluso puede llegar a enfermarnos físicamente.La distracción es un factor importante en la meditación, se la relaciona con el deseo, por eso se habla de la disciplina de la mente, a través de la plena atención, principalmente, en estar repirando, por ejemplo, estar en el presente. Y estar alertas, es decir, un estado de cuidado para no olvidar que estamos meditando. ¿Para qué meditar?, en mi caso personal, me ayuda a centrar mis energías, ordenar mi día por ejemplo, no perder tiempo en otras cosas. Descubro si estoy triste o ansiosa, con flojera en fin. Descubro mi estado interno. Este estado no es juzgable, es una especie de chequeo simplemente. Saber que si estoy ansiosa, quizás, no me ayudará a tomar buenas decisiones, de seguro que estaré más vulnerable, me enojaré con más facilidad y lo más probable es que tenga un día desagradable.La meditación me libera, con unas cuantas respiraciones profundas y mi estado mental se clarifica inmediatamente, cambia de un estado a otro sorprendentemente. Si alguien me hubiera enseñado a respirar desde muy niña, ¡mi vida habría sido muy distinta! Nadie nos enseña esto en occidente. Sin embargo, nunca es trade para hacerlo. Hay muchas maneras de hacerlo y uno tiene que buscar la meditación que más le acomode a su estilo de vida.Recomiendo leer a Thich Nhat Hanh monje vietnamita que enseña a meditar a través de la respiración conciente, de una forma muy simple y efectiva.
No comments:
Post a Comment