ojo con los ajustes...

Parece increíble como se ha acelerado el tiempo y los eventos a lo largo de este año después del terremoto de marzo. Ya estamos en junio, ya está la fiebre mundialera y entre cornetas sudafricanas, nerviosismo ciudadano y las calles bañadas por una lluvia de invierno. El sol comienza a hacerse más tibio, menos luminoso, y buscamos el calor del fuego interno. La práctica de yoga se hace perezosa y necesaria. Agradecemos al terminar con devoción y felicidad por abrirse paso ante la cotidianidad para estar más centrados y presentes.

No puedo dejar de inspirarme en mi querido Sri Manju, quien este año llegó con su familia a visitarnos y a darnos el privilegio de estar con uno de los yoguis vivos más memorables . Sus historias cargadas de humor y sabiduría picarona, para recordarnos que la práctica es movimiento, quietud y también alegría.
Mysore es una ciudad cálida en comparación a nuestro invierno chileno, por lo que los ashtanguis de este rincón del mundo tenemos un plus, si se quiere decir, nos esforzamos un poco más para alcanzar la flexibilidad del calor de estufa en medio del frío.

En esta foto sacada por Ruth Iturriaga en el último Teacher Training ofrecido por Sri Manju Jois en el Pranayoga de Viña del Mar. Manju enseña a los profesores como ajustar en esta asana de Supta Konasa.
Manju nos explica que en el ashtanga un profesor debe aprender a ajustar los cuerpos de alumnos, de manera responsable. No es fuerza, no es siempre igual para todos, en fin, para muchos, es un camino que lleva toda la vida. La experiencia en ajustes la dan los años, sin embargo, Sri Manju nos alienta y relata bellamente sus propias experiencias en sus más de 40 años enseñando ashtanga del antiguo estilo de Mysore.
Manju contaba que recita mantras mientras ajusta. Las palmas de las manos traspasan energía de sanación y cuando nos hacemos concientes de esto los ajustes se vuelven muy especiales.
Comentamos entre quienes hemos tenido la oportunidad de recibir ajustes de Manju Jois, que su mano es una bendición, sin querer endiosarlo, pero coincidimos en decir que su ajuste, como decía la Mara, es muy contenedor.
Muchos excelentes practicantes que se apresuran a ayudar a sus alumnos a realizar las asanas con su visión y experiencia personal de flexibilidad, muchas veces, no respetando los límites de cada cuerpo, y esto puede lesionar profundamente en numerosas ocasiones.
En mi experiencia de práctica, agradezco las asanas que me ayudan a relajar y a disfrutar de una elongación plena, pero también agradezco a las que me hacen sudar y esforzarme por no confundir el dolor con el dejar ir, soltar, exhalar...
El estado emocional, es un factor que está impreso en nuestro cuerpo, y debemos estar atentos a él, observemos nuestro microcosmos y no es malo también, que de vez en cuando miremos por la ventana y observemos el tiempo, las fases de la luna y todo aquello que nos hace ser seres interconectados con el Todo porque eso es Yoga.
¡Un saludo de invierno con mucha luz de corazón!

Om Asato maa sadgamaya
Tamaso maa jyotirgamaya
Mriyorma´mrtam gamaya
Om Santih Santih Santih

De lo falso guíanos a la verdad
De la ignorancia guíanos a la sabiduría
De la muerte guíanos hacia la inmortalidad
Om Paz Paz Paz