El rostro apacible después de dejar por fin, el cuerpo cansado con el pasar de los años. Alrrededor, sus seres queridos, tristes e impresionados le decían adiós.
La enfermera estaba sorprendida, porque fue quien ssistió al viejito en su último momento. Le pidió que pasearan un poquito, sus pies débiles como los de un infante que aprende a caminar, su mirada cariñosa de tanto ver le habían hecho sabio en su silencio de recuerdos. Satisfecho y casi alegre le dice:"ahora me voy". La mujer no supo bien a qué se refería y le recostó como a un niño, pidió que lo pusieran de lado y luego se fue en un profundo sueño.
Nació en Mulchen en el año 1906, fue profesor de matemáticas y fuimos muchos los que descubrimos la magia de los números y la zandía con harina tostada.
Siempre impecable con su terno al estilo de "Casa Blanca", con sombrero y pañuelo en la solapa. Le gustaba pasear en el metro del Gran Santiago y cuando alguien le ofrecía el asiento, él miraba orgulloso y respondía: "eso es para los viejos". Siempre fue compasivo con los pobres, muchas veces daba su dinero de pensión sólo para verles sonreir.
Por siempre en mi corazón
Tu nieta
La "zambita"
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