
La playa estaba inmensa y vacía. El acantilado verde y tremendo caía abruptamente al mar, parecía esconder a un ser antiguo
En las olas brillantes algo se sumergía y volvía a salir...grande...pacífico, meciéndose graciosamnete... corrí con Samuel y me acerqué a la orilla y simplemente caímos de rodillas ante sorprendente imagen. Amo los cetáceos, nunca vi una ballena y es simplemente, para sólo caer de rodillas y observar... Esa playa preciosa, en silencio, al igual que los otros pocos observadores
Un profesor de filosofía de la Universidad privada Gabriela Mistral, comentaba hace unos años, que el hombre perdía el rumbo de importancia de las cosas. Explicaba que la energía absurda que se gastaba en tratar de salvar a unas ballenas "estúpidas" era algo que no entendía, por qué no mejor gastar dinero en ayudar a los más pobres.
Varios quedamos sorprendidos con su declaración, le hice un comentario y quedé como ultra ecologista de por vida...
En fin, es que me sorprende la soberbia de algunas personas que creen que los animales no son importantes y realzan a los seres humanos como raza superior,creo firmemente que muchos animales que conozco realizan acciones mucho más bellas que muchos hermanos humanos. por instinto, a veces, otras, por inteligencia.Quien no ha sabido de historias de animales que adoptan otras crías, incluso entre gatos y perros...
Nosotros los humanos, que nos jactamos de tanta perfección. Recordemos que hemos inventado las guerras, donde mueren millones de inocentes,¿que evolucionado verdad?....pareciera que las ballenas son un mejor aporte a darnos un equilibrio del ecosistema que destruimos todos los días por nuestra propia contaminación e ignorancia.
Me siento atraída por estos seres, Creo que podemos aprender de sus comportamientos, para mejorar nuestras propias conductas familiares por ejemplo. Yo sentí ese día 8 del 8 del dos mil ocho...mucha bendición, agradecí a la vida por el regalo de poder ser espectador de tanta belleza...
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