Es maravilloso saber que existen personas en el mundo que se asemejan mucho a nuestros ideales de seres sabios y luminosos. Pueden variar desde chamanes a santos de India. Estos últimos son unos de los más antiguos. India es como un mundo antiguo que coexiste con nuestra modernidad alocada de occidente, y es quizás, el lugar "ideal" para descubrir a un ser mágico y especial. Llegar a India es un verdadero impacto para los primerizos. Las ciudades muestran un espectáculo incoherente de miradas profundas, perros tiñosos, niños desnudos , vacas cruzando calles congestinadas de buses y camiones humeantes y ruidosos con cada bocinazo mayor que otro. Respiras profundo y en el aire se siente ese aroma irresistible a curry e incienso con qué sabe Dios qué condimento, y muy luego, muy luego, recibes una cachetada de olor a mierda que emerge de alcantarillados ancianos. Sí, anciano es un buen sinónimo para describir a India. Entre este caos de información, nace una mirada que te observa y pareciera que te conociera hasta el último evento fortuito de tu vida, te dice " te estaba esperando...bienvenido". Luego desaparece en la multitud y lo perdiste.
FILOSOFIA DE AMOR
La mujer hindú es el aspecto maternal de la filosofía y religión, por eso cuando se conocen a las Madres, se siente justamente esto, un acercamiento dulce y de confianza que sólo ellas saben dar; con profunda compasión y amor incondicional.
Tuve la bendición de conocer a una mujer a quien le dicen Amma, y que vive en los paradisíacos parajes de Kerala, en el sur de India.
Su enseñanza es muy particular porque a través de un indescriptible abrazo recibe a miles de personas de todos los rincones del mundo. Expresa profundas verdades de una manera muy cariñosa. Es como tener a tu madre frente diciéndote con todo el amor del mundo "hey que niñita más ignorante ..." y luego te enseña una lección a través de historias, a través de su canto extático o de sus abrazos apretados.
Es casi imposible no sentir apego a ella, abrazarla es estar en los brazos del paraíso y a veces, lágrimas corren de tus mejillas y nace un gran amor en tu corazón. Por supuetso que esto no le pasa a todo el mundo. Gente que ha conocido a Amma me ha dicho que en sus vidas han recibido mejores abrazos... ¡que suerte no!, sin embargo, son muchos otros que he conocido y quienes la recuerdan con un brillo especial en la mirada.
Un discípulo me solía decir: ”no necesitamos vivir en un ashram (pequeña comunidad que vive en torno a las enseñanzas de un maestro, colaborando en las distintas tareas domésticas), para evolucionar espiritualmente, el maestro se queda en nuestro corazón por siempre. Él es como el sol, brilla por sí solo y cualquiera que mantenga su puerta abierta del corazón podrá recibir su luz. No hay condiciones o limitantes. Si las puertas están cerradas, la luz no vendrá, pero seguirá brillando afuera, esperará, sin tratar de entrar agresivamente, ya que es pacífico y compasivo”.
PAZ
Mata Amritanandamayi Devi, o Amma, como cariñosamente le dicen sus seguidores, recibe donaciones de todas partes del mundo. Desde Estados Unidos y Europa la invitan para que dé discursos a multitudes que se quedan enamorados de ella, como el grupo de monjas católicas en Francia. Habló también, en el 50 aniversario de Las Naciones Unidas, allí, recomendó la necesidad de descubrir nuestra naturaleza humana, como punto crucial para seguir con el desarrollo de los países, “es la meta que debemos conseguir para el nuevo milenio. Cuando trabajemos unidos, mano a mano, con amor, no sólo será la fuerza de una vida, sino que la energía de un gran grupo de personas, que fluyen en armonía y sin impedimentos. Desde esta unidad, el verdadero progreso sólo será posible, y por fin veremos el nacimiento de la Paz”.
Sus obras sociales son diversas, ya estableció un hospital, colegios, orfanatos y creó una institución que acoge a las viudas indias quienes se encuentran en una situación muy miserable. Muchas veces, sus maridos mueren y las dejan desamparadas, sin derechos, no se pueden volver a casar, y no reciben ningún soporte financiero, la mayoría está bajo los 21 años y con muchos niños para criar.
La Madre tiene una gran debilidad por los animales, en el ashram se ven perros, vacas y un simpático elefante que fue regalado por un granjero, y quien es alimentado por ella misma en cada atardecer. En el cielo se observan águilas de cuello blanco que vuelan graciosamente movidas por la brisa marina que purifica constantemente el lugar.
La filosofía de Amma es basada en el Amor, en la habilidad de poner el corazón en todo lo que hacemos, en amar nuestras labores diarias. Así, cuando el amor comienza a fluir en nuestro corazón, este se proyecta en todo lo que hacemos volviendo nuestras actividades más sagradas.
Para muchos, la mujer en este mundo tiene una sola misión, ser compasiva como las “madres”, es decir, amar al mundo como a su propia familia, amar intensamente al próximo y que cuando se tenga que regañar, hacerlo con la ternura que sólo una madre sabe tener con los amados hijos. Así, cuando Amma se dirige a los fieles para comenzar sus enseñanzas, comienza siempre del mismo modo: “Mis queridos niños…”
www.amritapuri.org
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