Sadhus

Mira de frente sin pestañear. Viene de lejos, quizás de una montaña rodeada de naturaleza virgen, cascadas ríos y animales salvajes. Vive metido en una cueva practicando pranayamas para retener el calor que necesita para sobrevivir, o calmar los latidos de su corazón hasta que éste deje de latir y se apague de a poquito a poco hasta dejar un espacio sagrado que lo conecte al Río Sagrado; a su madre la Montaña, y a su padre, el cielo infinito.
En estos días se celebra un Khumba Mela en India, una reunión masiva de fieles que van a darse un baño purificador en un lugar de auspicio, como lo es Islamabad, donde convergen tres ríos sagrados; el Yamuna, Saraswaty y Ganges.

Miillones de fieles de todas partes del país y el mundo se congregan en la fiesta más multitudinaria del planeta. Los sadhus comienzan su peregrinación varios meses antes descendiendo de los Hymalayas hacia los valles del Hindustán. Muchos de ellos se dedican a la vida espiritual alejados de la vida mundana en las ciudades. Se van encontrando con otros ascetas hasta llegar a unir a miles de ellos, que caminan sólo cubiertos en cenizas, con largas rastas que llegan a medir hasta 5 metros. Es un espectáculo increíble, único en el mundo. Dicen que santos de incógnito caminan entre las multitudes dando bendiciones.